Esta apasionante aventura comienza cuando el profesor Lidenbrock descubre un manuscrito rúnico con indicaciones para encontrar un pasaje hasta el mismo centro de la Tierra. Los paisajes de inquietante belleza y la flora y fauna desconocida que la expedición encuentra allí, además de las sorpresas que el lector debe descubrir por sí mismo, ya forman parte del canon histórico de la ciencia ficción. Verne, siempre cuidadoso con la verosimilitud de sus historias, construye un entramado científico tan fascinante como la propia narración y maneja con maestría un juego de tensión y asombro que nos mantiene en vilo hasta la última página.